Nuestra historia

Quiero contarte acerca de mí, mientras creo una pieza y te llevo de paseo por mi mundo creativo.

Nuestra visión.

Diana Parés Jewels está en la constante búsqueda de ir más allá, de estar siempre un paso adelante en sus diseños y anticiparse a las necesidades y deseos de la mujer de hoy.
Desde su taller en Barcelona, Diana fusiona el poder creativo del arte con la elegancia y el estilo, a fuego y metales. El resultado son joyas sofisticadas, de líneas limpias y modernas, que dejan sin aliento por su gran simpleza, originalidad y atemporalidad.
Conocemos bien el poder que puede tener una joya elegida correctamente, por eso nuestra colección ha sido diseñada exclusivamente para darte el estilo definitivo.
En Diana Parés Jewels, la calidad es pilar fundamental. Todas las joyas son hechas y trabajadas a mano con técnicas de joyería tradicional por Diana, quien cuenta con más de 15 años de experiencia creando joyas de manera minuciosa, y apoyándose en metales como la Plata y el Bronce o Latón chapados en Oro de 18K.

La evolución.

La historia de Diana Parés Jewels tiene un comienzo muy personal y aquí lo voy a compartir contigo al estilo blog.
A principios del año 2004 cuando comenzaba mi carrera universitaria, mi madre decidió tomar un curso de alambrismo. Yo estaba fascinada por todas las figuras y cosas que empezó a crear, partiendo de un alambre de cobre comprado en la ferretería, y que luego mandaba a chapar en Oro. Cogí un poco y junto con sus herramientas comencé a inventar.
Recuerdo mis primeros pendientes, un par de dream catchers redondos entramados con unas rocallas azules. Era un diseño que se estaba usando muchísimo en esa época. Apenas los terminé, lo primero que pensé fue “Tengo que hacer otros, pero cuadrados y con otros colores…”  ahí comenzó todo.
De las figuras geométricas pasé a hacer figuras de animales, flores y cuanta cosa se me ocurría, hasta diademas que me pedían las novias para el día de sus bodas.
Al poco tiempo de empezar, me di cuenta de que sin quererlo, tenía una propuesta, cada pieza que hacía la vendía a familiares, amigos, y a amigos de amigos. Así se fue corriendo la voz y cada vez más gente me conocía y tenía más pedidos. Comencé a vender en tiendas, en markets y galerías de arte locales de mi ciudad natal Caracas, siempre con la ayuda de mi mamá que me apoyaba en toda esta aventura (y me sigue apoyando).
Recuerdo un Domingo de Diciembre 2010. Llené una maleta con todas mis joyas y todos los exhibidores hechos por mí, donde hasta había un árbol gigante que se me había ocurrido hacer en alambre, para colgarle pendientes en las ramas. Mi mamá buscó el coche, me recogió en la entrada del edificio y salimos rumbo a un market navideño que nos esperaba al otro lado de la ciudad. La mañana estaba espectacular ese día.
Y así, fui creciendo hasta que llegó un punto en que recibía pedidos al mayor para vender en tiendas en otros países, incluso markets en SoHo-New York. Cuando comencé, nunca imaginé todo esto.
Así que pues, seguí inventando figuras por mi cuenta, sin ninguna clase de instrucción, pasó un tiempo y cuando ya había hecho prácticamente todo lo que se me había ocurrido hacer con alambres, decidí que era hora de apuntarme a un curso de orfebrería en una escuela especializada. Allí se abrió otro mundo para mí, calados, soldaduras, engastes... Me sentí como pez en el agua y aprendí un montón.
Aparte de querer hacer diseños que gustasen y que fuesen versátiles y muy ¨ponibles¨ en esa época, lo que hizo despertar mi pasión por seguir aprendiendo fue la conexión que fui creando con mis clientes. Cada vez que alguien me preguntaba algo sobre algún modelo o quería darle un toque personal a una de mis piezas, yo escuchaba atentamente. Me emocionaba mucho que alguien me confiara hacerle el anillo de compromiso, un regalo especial para un ser querido, o que me dijera que le encantaba tal diseño y que no se lo quitaba nunca.
Me di cuenta del poder que pueden llegar a tener los detalles, decidí ir a lo formal y crear una marca, no sabía qué nombre ponerle, así que lo pensé durante varios meses y ninguna idea me convencía, hasta que un día supe que mi marca tenía que llevar mi nombre, porque mi marca era yo. Diana Parés Jewels nació por pura curiosidad, convirtiéndose luego en un plan de negocio.
Mi marca, al día de hoy se ha reinventado varias veces, ha evolucionado y sigue creciendo, y yo junto a ella. He desarrollado mi propósito que es transmitir mi idea de lo que considero un complemento ideal, ofreciendo diseños muy únicos, que sean exclusivos, elegantes, sofisticados y esenciales. Piezas que son la parte clave del estilo de la mujer moderna.
Hasta el día de hoy, y ahora viviendo en Barcelona-España, no he dejado de soñar, así que aquí sigo diseñando, creciendo y expandiendo mi comunidad de clientes que apuestan cada día por mi línea de joyería. Si todavía no eres uno de ellos, no tardes en unirte. Pulsa el botón de WhatsApp que aparece en tu pantalla para hacerme cualquier pregunta, que estaré encantada de ayudarte.
Espero que pronto tengas una de mis joyas en tus manos!